miércoles, 7 de mayo de 2008

ARTURO BORRA


Jardín

Sueño todo el día: nadie
me despierta.

No revolotean sobre mí
mariposas negras soñándome.

Sólo invento el jardín donde cada noche
pierdo el rostro.



De Umbrales del naufragio.



El testimonio inerte de las fosas

La zapa incendiaria improvisa fuegos,
quema la piel todavía cándida,
exhala el humo de los condenados,
desfigura el consuelo de los mapas.

¡Los herradores de la memoria prometen futuros redimidos!

Deberán enterrar en las aceras la pesadumbre,
incinerar las evidencias,
montar la pantalla de cielos nuevos.
Deberán arrancar el sacrificio a las córneas,
ejecutando a mansalva las promesas revueltas,
niños que se escurren en las alcantarillas rojas.


¡Ah, mundo yermo,
amnesia de regazos que expiran!

Bajo la pila de despojos hay un hilo luminoso
retorciéndose en sus estertores.
El marasmo de los días permite evocar aún
la última danza ante la mujer
que acaricia sus instantes.

Descalzo anda el presente,
por la intemperie que ninguna alfombra esconde.

Una máquina de quebrantos levanta sin querer
el polvo de una pregunta:
¿quién dará testimonio de las fosas?


De Cielo partido.




Alegría mínima

Esas mínimas alegrías, las canciones
en la siesta, los amores de la noche, las cortinas
de estreno, las habitaciones y la desnudez,
los temores pequeños, mezquinos en sus corazas,
estos imbéciles recortes a los que ponemos nombres
y bautizamos los domingos mientras nadie
reza por los infiernos que labra a mediodía,
este silencio que me pesa, tanta palabra en el vientre
de instantes malogrados,
inflando verbos mientras expiran
las humanidades
en bolsillos pletóricos
(dioses sin más don
que la extorsión, el apriete, la amenaza cernida
sobre los cuerpos),
todas esas mezquinas alegrías, esos poemas del malamar
derramados a media tarde entre líricas y explosiones,
todas esas egolatrías caerán
finalmente
tapándonos la sonrisa
de amianto.


De Umbrales del naufragio.



1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

POETA Y VIVIDOR DE LO INSOLITO: REHUYE DE LO BANAL, DE LA PLATA QUE ENTERRO A TANTOS.

Y SE DA
Y ESCUCHA,
SU POESÍA ES EL ABRIR